El Día Mundial de la Diabetes (DMD) es la campaña de concienciación sobre la diabetes más importante del mundo. Fue instaurado por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991, como respuesta al alarmante aumento de los casos de diabetes en el mundo. En 2007, Naciones Unidas celebraron por primera vez este día tras la aprobación de la Resolución en diciembre de 2006 del Día Mundial de la Diabetes, lo que convirtió al ya existente Día Mundial de la Diabetes en un día oficial de la salud de la ONU. Para contribuir en hacer conciencia sobre la magnitud de esta enfermedad a la población y para que se tomen medidas de prevención, el Consejo Estatal de Población (COEPO) presenta datos importantes sobre la evolución de la tasa de mortalidad por esta causa, así como el número de fallecimientos y la relación que existe de padecerla a causa de una mala alimentación, el sobrepeso y la falta de actividad física.
El número de defunciones a causa de la diabetes mellitus en Jalisco ha mostrado una tendencia de crecimiento a lo largo del período 2000 a 2011, inicialmente con 3 mil 249 muertes en el año 2000, hasta alcanzar 5 mil 493 en 2011 dicho crecimiento tuvo un ligero descenso del (3.4%) en el periodo 2006-2007 registrando 4 mil 583 defunciones en 2006 y 4 mil 427 en 2007, esta tendencia no permaneció ya que en los años posteriores continuó el crecimiento (Ver figura 1).
Si se comparan las muertes en 2000 contra las de 2011 se obtiene un incremento del 69.0 por ciento en el número de fallecimientos por diabetes mellitus. Esta enfermedad es la primera causa de muerte general tanto para hombres como para mujeres en Jalisco.
El Día Mundial de la Diabetes es una campaña que presenta cada año un tema elegido por la Federación Internacional de Diabetes para centrarse en distintos aspectos relacionados con la comunidad internacional de la diabetes y 2013 marca el último año de la campaña 2009-2013 sobre “educación y prevención en la diabetes”. Aunque las campañas temáticas duran todo el año, el día en sí se celebra el 14 de noviembre, para conmemorar el nacimiento de Frederick Banting, que, junto con Charles Best, fue quien concibió la primera idea que condujo al descubrimiento de la insulina en 1922.
Analizando los datos en tasas de defunciones por cada cien mil habitantes en cada sexo, se puede observar en la figura 2 que la tendencia es también ascendente, teniendo que esta tasa es ligeramente mayor en los hombres; en 2009 se registraron 72.6 decesos por cada cien mil hombres, mientras que en el caso de las mujeres la tasa fue de 72.3
Para el año 2011 se registraron 79.2 muertes en hombres por cada cien mil varones, mientras que para las mujeres la tasa fue de 75.1 (ver figura 2). En términos generales e independientemente del sexo la tasa de mortalidad por diabetes por cada cien mil habitantes paso de 72.5 en 2009 a 77.1 en 2011; lo que representa un incremento del 6.4 por ciento en tal tasa.
Es importante destacar que la diabetes es una enfermedad que afecta a casi todas las edades incluyendo niños y jóvenes, la podemos ver más frecuentemente en adultos mayores de 60 años, sin embargo esta enfermedad ya ha venido causando muertes también en jóvenes.
En 2011 de los fallecimientos registrados por diabetes mellitus en el estado 4 mil 137 correspondían a personas mayores a 60 años, mientras que un mil 171 registros de decesos correspondían al grupo de 20 a 59 años, por ultimo con una cifra muy pequeña pero no menos importante se encuentra el grupo de edad de 10 a 19 años con 5 muertes registradas, aun siendo esta cifra aparentemente muy pequeña, para este grupo de edad (10-19 años) representa la causa número 15 de muerte. (Ver figura 3).
Existen diversos factores de riesgo de desarrollar diabetes mellitus; la edad, el índice de masa corporal, antecedentes familiares, perímetro de la cintura, el sobrepeso y la actividad física entre otros. Sin embargo el sobrepeso y la obesidad es el factor que más ha contribuido a desarrollar la enfermedad y que además sigue teniendo un crecimiento importante.
A nivel general se tiene que en los ochentas la diabetes mellitus ocupaba el quinto lugar entre las diez principales causas de muerte en el estado, en los noventa se posicionó como la segunda causa de muerte hasta el año 2000 y en los últimos siete años ha sido la principal causa de muerte de la población total en Jalisco. (Ver figura 4).
Las complicaciones de la diabetes mellitus han aumentado por el incremento en la incidencia de la enfermedad y en la esperanza de vida de los pacientes, esto ha sido factor importante en el posicionamiento de esta enfermedad como principal causa de muerte. Es necesario analizar la incidencia real y sus complicaciones en el estado así como insistir en el adecuado control metabólico con el fin de postergar o evitar su aparición.
La Diabetes Mellitus es un problema de salud importante, ha presentado una alta prevalencia tanto en hombres como mujeres y genera un alto coste social y un alto impacto sanitario determinado por la aparición de complicaciones (agudas y crónicas) que disminuyen la calidad de vida de las personas que la padecen.
En la población masculina la diabetes mellitus se presentó como la séptima causa de muerte en los ochentas dentro de las diez principales, en los noventa y el año 2000 esta enfermedad escalo rápidamente ocupando la segunda posición hasta el 2005, donde a partir de este año (2005) se ubicó como la primer causa y esta ha permanecido durante el período de 2005-2011 (Ver figura 5).
La diabetes mellitus en la población femenina ha sido desde 1980 de las principales causas de muerte, sin embargo de 1995 a 2011 se ha presentado como la primera causa dentro de las diez principales causas de muerte. Las mujeres, en comparación con los varones, presentan más probabilidades de tener este padecimiento por situaciones de desventaja social, deterioro físico y emocional en su actividad cotidiana, por lo que es importante que las autoridades correspondientes pongan especial atención en el crecimiento sostenido que ha tenido la enfermedad y ver los factores que vuelven a la población femenina más vulnerable a padecerla. (Ver figura 6).
La ENSANUT 2012 muestra los resultados de su encuesta de nutrición a nivel nacional en donde el 35.0 por ciento de los adolescentes de entre 12-19 años presenta sobrepeso u obesidad.
Uno de cada cinco adolescentes tiene sobre peso y uno de cada diez presenta obesidad. Entre 2006 y 2012 el aumento combinado de sobrepeso y obesidad fue de 7.0 por ciento para el sexo femenino y 3.0 por ciento para el masculino.
Esta encuesta reveló una prevalencia combinada de sobrepeso u obesidad en adultos de 73.0 por ciento para las mujeres y 69.4 por ciento para los hombres. De 1988 a 2006 la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres de 20 a 49 años se incrementaron extremadamente. Si bien la tendencia de sobrepeso disminuyó 5.1 por ciento entre el año 2006 y 2012, la de obesidad aumentó únicamente 2.9 por ciento.
En el caso de los hombres mayores de 20 años, en el periodo de 2000 a 2012 la prevalencia de sobrepeso aumentó 3.1 por ciento y la de obesidad incrementó 38.1 por ciento.
Sin embargo, la velocidad de incremento en el periodo 2006 a 2012 fue menor (sobrepeso=0.2% y obesidad=10.7%) que el observado en el periodo 2000-2006 (sobrepeso=2.9% y obesidad= 24.7%).
Las personas que han sido diagnosticadas con diabetes generalmente tienen que cambiar su estilo de vida y muchos de sus hábitos alimenticios, con el fin de reducir las complicaciones que se puedan presentar ya que con ellas vienen acompañados altos costos económicos y de salud.
Como ya lo mencionamos al inicio de la nota la campaña del Día Mundial de la Diabetes asigna temas a tratar sobre esta enfermedad y el 2013 es el último año de la campaña sobre “Educación y prevención de la diabetes” con ello podemos concluir que es necesaria la implementación de estrategias en educación diabética e incidir para lograr formar una cultura de la prevención en la ciudadanía, lo que traería en consecuencia un ahorro a largo plazo, tanto en recursos monetarios como sanitarios; además de una posible mejora de la calidad de vida de las personas que padecen dicha enfermedad o que tienen alto riesgo de desarrollarla por factores de herencia o por malos hábitos en la alimentación.