El Consejo Estatal de Población (COEPO) presenta un análisis de los principales resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2008) para Jalisco. Se estima que en el tercer trimestre de 2008, en Jalisco había un millón 647 mil hogares, con un promedio de 4.2 personas por hogar; de los cuales 1.2 son menores de 14 años, 2.8 tienen entre 14 y 64 y 0.2 tienen 65 años o más. El número de perceptores de ingresos por hogar es de 2.4 integrantes.
El ingreso promedio de los hogares de Jalisco es 15.2 mayor que su equivalente nacional en 2008. Del total de ingresos que reciben los hogares en Jalisco, 83.1% son monetarios y 16.9% no monetarios. De los primeros, la mayor parte (64.8%) proviene de las remuneraciones que reciben los integrantes del hogar por un trabajo subordinado; le siguen en monto los ingresos que reciben los trabajadores independientes (16.4%), y las transferencias recibidas por parte de instituciones gubernamentales, privadas o de otros hogares (9.5%), por citar las fuentes más importantes.
Destaca que el ingreso promedio por hogar en Jalisco creció en términos reales un 48 por ciento en el periodo 1996-2008, mientras que a nivel nacional este crecimiento fue de 32 por ciento.
Al analizar por separado las localidades de menos de 2500 habitantes, se obtiene que su ingreso promedio por hogar es menor en un 51% respecto a su equivalente en localidades de Jalisco con 2500 personas o más.
En cuanto a la desigualdad en el ingreso en Jalisco destaca que el 10 por ciento de los hogares con mayores ingresos recibe en promedio 17 veces más de lo que recibe el 10 por ciento de los hogares con menores ingresos. A nivel nacional está desigualdad es aún mayor, y es de 22. Lo que implica que en Jalisco hay una mejor distribución del ingreso que el conjunto del país. Esto lo confirma el Coeficiente de Gini (medida estadística del grado de concentración del ingreso que toma el valor de cero si el ingreso está equitativamente distribuido y asume el valor uno cuando hay una concentración absoluta), ya que para el ingreso de los hogares de Jalisco toma un valor de 0.429 y a nivel nacional es de 0.457.
Los datos de la encuesta reflejan el efecto de las transferencias de instituciones gubernamentales, de las instituciones no gubernamentales y de otros hogares (remesas, regalos) en la distribución del ingreso. Para 2008 el Coeficiente de Gini antes de transferencias en Jalisco era de 0.448 y después de transferencias 0.429. Lo que confirma el papel de las transferencias como atenuante de la desigualdad del ingreso en los hogares.
En lo que se refiere a la distribución del gasto corriente monetario, la alimentación continúa siendo el rubro en el que más se gasta en los hogares jaliscienses; en 2008 el 34.5% se dedicó a la compra de alimentos, bebidas y tabaco; en transporte 18.3%; educación y esparcimiento 12.9%; y en vivienda y combustibles 11.7 por ciento. A nivel nacional se observa una distribución similar.
En relación a los avances en el combate a la marginación los datos de la encuesta muestran que el período 2005-2008 hubo avances considerables, por ejemplo, en el equipamiento de la vivienda destaca que las viviendas particulares con piso de tierra disminuyeron un 26 por ciento, al pasar de 74 mil 076 en 2005 a la cifra de 54 mil 873 para 2008. El número de personas analfabetas se redujeron en un 11 por ciento, al pasar de 248 mil a la cantidad de 221 mil al final del período. Si a las dos variables anteriores se les agrega otras que contempla el índice de marginación, como porcentaje de población de 15 años y más sin primaria completa, servicio de agua entubada, electricidad, sanitario y drenaje en la vivienda; entonces el porcentaje de carencias o rezago disminuye un 30 por ciento en promedio en el período.
El ingreso promedio de los hogares de Jalisco es 15.2 mayor que su equivalente nacional en 2008. Del total de ingresos que reciben los hogares en Jalisco, 83.1% son monetarios y 16.9% no monetarios. De los primeros, la mayor parte (64.8%) proviene de las remuneraciones que reciben los integrantes del hogar por un trabajo subordinado; le siguen en monto los ingresos que reciben los trabajadores independientes (16.4%), y las transferencias recibidas por parte de instituciones gubernamentales, privadas o de otros hogares (9.5%), por citar las fuentes más importantes.
Destaca que el ingreso promedio por hogar en Jalisco creció en términos reales un 48 por ciento en el periodo 1996-2008, mientras que a nivel nacional este crecimiento fue de 32 por ciento.
Al analizar por separado las localidades de menos de 2500 habitantes, se obtiene que su ingreso promedio por hogar es menor en un 51% respecto a su equivalente en localidades de Jalisco con 2500 personas o más.
En cuanto a la desigualdad en el ingreso en Jalisco destaca que el 10 por ciento de los hogares con mayores ingresos recibe en promedio 17 veces más de lo que recibe el 10 por ciento de los hogares con menores ingresos. A nivel nacional está desigualdad es aún mayor, y es de 22. Lo que implica que en Jalisco hay una mejor distribución del ingreso que el conjunto del país. Esto lo confirma el Coeficiente de Gini (medida estadística del grado de concentración del ingreso que toma el valor de cero si el ingreso está equitativamente distribuido y asume el valor uno cuando hay una concentración absoluta), ya que para el ingreso de los hogares de Jalisco toma un valor de 0.429 y a nivel nacional es de 0.457.
Los datos de la encuesta reflejan el efecto de las transferencias de instituciones gubernamentales, de las instituciones no gubernamentales y de otros hogares (remesas, regalos) en la distribución del ingreso. Para 2008 el Coeficiente de Gini antes de transferencias en Jalisco era de 0.448 y después de transferencias 0.429. Lo que confirma el papel de las transferencias como atenuante de la desigualdad del ingreso en los hogares.
En lo que se refiere a la distribución del gasto corriente monetario, la alimentación continúa siendo el rubro en el que más se gasta en los hogares jaliscienses; en 2008 el 34.5% se dedicó a la compra de alimentos, bebidas y tabaco; en transporte 18.3%; educación y esparcimiento 12.9%; y en vivienda y combustibles 11.7 por ciento. A nivel nacional se observa una distribución similar.
En relación a los avances en el combate a la marginación los datos de la encuesta muestran que el período 2005-2008 hubo avances considerables, por ejemplo, en el equipamiento de la vivienda destaca que las viviendas particulares con piso de tierra disminuyeron un 26 por ciento, al pasar de 74 mil 076 en 2005 a la cifra de 54 mil 873 para 2008. El número de personas analfabetas se redujeron en un 11 por ciento, al pasar de 248 mil a la cantidad de 221 mil al final del período. Si a las dos variables anteriores se les agrega otras que contempla el índice de marginación, como porcentaje de población de 15 años y más sin primaria completa, servicio de agua entubada, electricidad, sanitario y drenaje en la vivienda; entonces el porcentaje de carencias o rezago disminuye un 30 por ciento en promedio en el período.
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