Con motivo de la
celebración del Día Mundial de la Erradicación de la Pobreza [1], el 17 de octubre, el Consejo Estatal
de Población (COEPO) presenta información sobre algunos indicadores de pobreza que
en meses anteriores el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) ha
publicado, donde además se presenta
un análisis del indicador que mide la carencia a la alimentación para el estado
y que permiten identificar a la población vulnerable.
Los datos de la medición
multidimensional de la pobreza, evalúa las carencias sociales de la población,
en donde se considera además de los ingresos, seis posibles carencias de la
población, ellas son: calidad y espacios
de la vivienda, rezago educativo,
acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, a la alimentación y carencia de
los servicios básicos en la vivienda.
De esta manera del total
estatal en 2012 el 39.8 por ciento de la población vivía en condiciones de
pobreza multidimensional, aproximadamente 3.05 millones de habitantes
presentaban en promedio 2.1 carencias sociales y no tenían un ingreso
suficiente para satisfacer sus necesidades y en el 2010 era de 2.76 millones (37.0%), es decir un 7.4
por ciento más. (Ver figura 1).
En ese mismo año 2012, había en el estado 2.6 millones de habitantes, es decir, el 34.0 por ciento de la población que estaban en pobreza multidimensional moderada; lo que en 2010 era el 31.8 por ciento lo que en monto de población son 2.3 millones que son aquellas personas cuyos ingresos están por debajo de la línea de bienestar y tienen entre una y tres carencias sociales. Es decir aumentó un 6.8 por ciento respecto al porcentaje de población en estos dos años.
En ese mismo año 2012, había en el estado 2.6 millones de habitantes, es decir, el 34.0 por ciento de la población que estaban en pobreza multidimensional moderada; lo que en 2010 era el 31.8 por ciento lo que en monto de población son 2.3 millones que son aquellas personas cuyos ingresos están por debajo de la línea de bienestar y tienen entre una y tres carencias sociales. Es decir aumentó un 6.8 por ciento respecto al porcentaje de población en estos dos años.
Así mismo, entre 2010-2012, la
población del estado que se encontraba en pobreza extrema se incrementó de
392.4 mil de personas (5.3% del total) a 446.2 mil (5.8%); que son aquellas
personas que presentan tres o más carencias sociales y su ingreso es
insuficiente para cubrir sus necesidades de alimentación, aun si dedicaran todo
su ingreso para ese fin. (Ver figura 1).
Con base en la metodología del Comité Técnico para
la Medición de la Pobreza (CTMP) que especificó
el CONEVAL, la pobreza alimentaria se define como la incapacidad para obtener
una canasta básica alimentaria, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar para
comprarla. Este indicador permite tener un panorama de la magnitud de la
población cuyo ingreso es insuficiente para acceder a los alimentos básicos;
por este motivo, es un buen indicador de acceso, aunque cabe mencionar que éste
no considera el acceso físico a los bienes producidos en el hogar o la
sustitución de ciertos alimentos por otros, por lo que podría estar sobrestimando a la población sin acceso a los bienes de la canasta básica.
En 2012 se estimó que a nivel nacional la
población en pobreza alimentaria corresponde a 23.3 por ciento del total de la
población mexicana (figura 2), lo que significa que más de 27.3 millones de
personas no cuentan con el ingreso suficiente para comprar los bienes de la
canasta básica, esta cifra en 2010 fue de 24.8, es decir se redujo un 6.1 por
ciento en forma relativa, lo que en monto de población se refiere a un millón
087 mil personas con esta carencia. Es importante resaltar que Jalisco está
entre las diez entidades que menor porcentaje tiene (20.6 %) y entre las que
han reducido la carencia alimentaria en este periodo. (Ver figura 2).
A partir del análisis desagregado por entidad
federativa, los estados que presentan mayores porcentajes de población en
pobreza alimentaria en 2012 son Guerrero, Tabasco, Michoacán y Oaxaca con 39.4,
33.4, 32.2 y 31.7 por ciento de su población total, respectivamente, como se
puede observar en la figura 2. Y en el otro extremos se encuentran entidades
como Distrito Federal (13.0 %), Baja California (15.2 %), Nuevo León (17.6 %) y
México (17.7 %).
Realizando un análisis más completo a este
indicador, en Jalisco para el 2012 muestra que las personas con carencia al acceso
a la alimentación fue del 20.6 por ciento, lo que en personas representa más de
un millón 579 habitantes, respecto a este indicador se ha reducido, ya que en
2010 era el 22.0 por ciento, lo que en habitantes era un poco más de un millón 643
mil personas, es decir 63 mil 801 habitantes menos. (Ver figura 3).
Se considera que una persona está en situación
de carencia por acceso a la alimentación si el hogar en el que reside presenta
niveles de inseguridad alimentaria moderada o severa, es decir, si por falta de
recursos, al menos algún miembro del hogar no contó en todo momento con comida
suficiente para llevar una vida activa y sana. El concepto de seguridad
alimentaria está basado en lo que establece la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (2006)[2].
Con el propósito de disponer de una herramienta
que permita evaluar el ejercicio del derecho a la alimentación, el CONEVAL
desarrolló la Escala Mexicana de Seguridad Alimentaria (EMSA), con la cual es
posible monitorear, a escala nacional y con desagregación por entidad
federativa, si en los integrantes del hogar se han observado cambios en la
calidad y cantidad de los alimentos e, incluso, si han tenido experiencias de
hambre. La EMSA detecta cuatro posibles grados de inseguridad alimentaria:
inseguridad alimentaria severa; inseguridad alimentaria moderada; inseguridad
alimentaria leve, y seguridad alimentaria.
En este contexto, se tiene que en 2012 en Jalisco había un 60.1 por ciento
con una seguridad alimentaria, lo que en monto de población significan 4.6
millones de habitantes, y para el 2010 era solo el 57.1 por ciento es decir, 4.2
millones, esto significa un aumento del 8.1 por ciento en este periodo. (Ver
figura 4).
Respecto a la inseguridad alimentaria, los
resultados más recientes muestran que en 2012 el 19.3 por ciento presentó una
inseguridad alimentaria leve, y dos años casi un 21.0 por ciento; en cuanto a
la inseguridad moderada, no hubo mucha diferencia porcentual ya que en 2012 fue
del 12.4 por ciento y para el 2012 un 0.1 punto porcentual menos. (Ver figura
4).
Sin embargo en la clasificación más
grave que es la inseguridad alimentaria severa para Jalisco hubo una importante
reducción entre 2010-2012, del 14.8 por ciento menos, ya que en 2010 era del
9.7 por ciento y para el 2012 registro un 8.3 por ciento, respecto al monto de
población en este rubro la reducción fue de 90 mil 248 personas menos que
padecen alguna inseguridad alimentaria severa. (Ver figura 5).
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